Invitarles , sugerirles, despertarles su curiosidad, en definitiva es lo que pretendemos día a día en clase. Una de las tantas actividades que hemos hecho en este curso 2020/21 en el aula pitufa en el mes de marzo ha sido una provocación primaveral.
Con un clima tranquilo, música de Vivaldi de fondo y al aire libre montamos un ambiente en una zona del patio.
Los bebés observaron el colorido de todas las flores, las tocaron, manipularon, olieron, deshojaron, lanzaron... y un sin fin de juegos guiados por su curiosidad y su deseo por descubrir.
Con las provocaciones de juego conseguimos no sólo que los niños se expresan libremente, sino que nosotras como docentes, observamos sus intereses que nos llevan a realizar futuras propuestas de aprendizajes.
Esta propuesta de juego está pensada también para estimular y desarrollar los sentidos de los pequeños.
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