El control de esfínteres es algo que no podemos forzar, no hay una edad exacta para poder asegurar que el niño será capaz de hacerlo, ni por adelantarlo y forzarlo estaremos ayudando. De hecho, ellos no “aprenden” a controlarlos como tal, es un hito madurativo como puede ser empezar a caminar.
A veces hay "señales" que pueden facilitarnos a todos este proceso como pueden ser:
- Quiere "hacer lo mismo que" o Imitación. Este sería un gran momento para hacerte con un reductor, un orinal o lo que sientas que va a necesitar tu hijo (muchos prefieren hacerlo directamente en la taza del wc) y empezar a ofrecerle hacer pipí o caca cuando vosotros vayáis. Seguramente en algún momento por curiosidad lo pruebe y empecéis de manera natural el proceso.
- Normalmente tienen una rutina y sabes cuándo, más o menos, hace caca/pipí. Aprovecha ese momento en el que, conociendo a tu hijo, es probable que tenga ganas, y ofrecedle a ir al baño.
- A muchos niños le incomodan tener el pañal mojado, o incluso se lo quitan o bajan los pantalones queriendo quitarse el pañal reiteradamente.
- Por la fase en la que se encuentre del desarrollo del lenguaje, puede ser que él mismo te pida ir a hacer pipí al baño y entienda lo que le has explicado del proceso.
De este tema, del control de esfínteres, ya hablamos en una entrada pasada en el blog.
Os dejamos un cuento que os puede ayudar un poco en el comienzo de este proceso: ¿Puedo mirar tu pañal? de la editorial SM de la mano de la seño Pepa.
El chupete también es un elemento del que nos preocupamos cuando el bebé tiene dos años o ronda su tercer año de vida. Decirle “adiós” al chupete es una de las despedidas más difíciles que el bebé tiene que realizar para ingresar al mundo de los niños más grandes. La succión produce mucho placer y, en determinado momento, le decimos que tiene que resignarlo.
Cuando comienzan a salir los dientes, el chupete se puede convertir en un problema ya que puede deformar la salida natural de los dientes e incluso el paladar.
Es recomendable explicarle que entendemos que no le guste mucho la idea, pero que va a ser bueno para él, y que este cambio será paulatino; primero sólo se lo dejaremos para estar en la cama y sólo lo usará cuando tenga ganas de dormir, si lo necesita, y que pronto podrá con ayuda y nuestro convencimiento, dejarlo.
El día que se tome la decisión en familia y de común acuerdo, es importante tratar de no volver atrás. Sostenerla y entender que puede enfadarse, puede extrañar lo conocido que antes lo calmaba y le llevará tiempo comprender que ese objeto tan significativo ya no está. Será entonces necesario que se busquen alternativas para que ese espacio vacío posibilite el encuentro de experiencias nuevas placenteras para compartir.
Leer un cuento juntos a la hora de dormir o elegir un muñeco o un juguete que lo acompañe, serán alternativas que irán surgiendo entre mamá, papá y el bebé-niño, para ir desprendiéndose de ese objeto que fue tan importante para él.
Os dejamos un cuento para este proceso de la mano de la seño Dolo, llamado ¡adiós al chupete! de la editorial timunmas.
Os recomendamos que debéis procurar que estos dos procesos tan importantes en la vida de un bebé no se unan, y dejar un tiempo prudencial entre un paso y el otro.
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