Comenzamos con la lectura de los títulos:
"¿What's in the witch's kitchen?" de la editorial Walker Books.
Un divertido libro en el que visitamos la cocina de una brujita que nos ofrecía ricos manjares y luego los transformaba por arte de magia en murciélagos, arañas, serpientes, agua sucia, fantasmas, huevos de rana o caca de conejo.
"Diez divertidos fantasmillas" de la editorial Bruño.
Diez fantasmas juegan con un columpio y se caen de éste por usarlo todos a la vez. Su moraleja es que es mucho mejor montarse de 1 en 1 y esperar cada uno su turno.
La casa dónde transcurre la historia de la brujita les gustó tanto que decidimos dibujarla en un mural con pintura morada y negra y decorar el aula con ella.
Con la huella de sus pies realizamos dos brujitas con sombreros y escobas. La festividad de Halloween permite a los niños sacar sus lados más creativos y, por ello, y fomentando la psicomotricidad fina, la precisión y el trabajo con círculos, también complementaron unos dibujos de calabaza y casa encantada con gomets de color naranja y negro para compartirlo con sus familias.
En los días previos a la celebración, nos pusimos manos a la obra con sus disfraces para la ocasión. Decoraron una corona (cartulina negra, gomet circulares naranjas y estrellas verdes) y dieron color a una calabaza con sombrero de bruja. Asímismo, pintaron con témpera naranjas los collares en forma de calabaza que complementarían el disfraz.
Cómo último trabajo complementario para compartir con sus familias, surgido del interés por los cuentos utilizados, elaboraron una manualidad en cartulina negra en la que con las huellas de sus manos y pies hicieron una araña y un fantasma (¡BOO! HAPPY HALLOWEEN)
Llegado el día de la celebración, comenzamos con una sesión de bandejas sensoriales tematizada (con elementos como pajaritas negras y naranjas, lentejas ecológicas, arroz tintado, alubias negras, siluetas de gatos negros, arañas, murciélagos y calabazas, arañas de plástico y mini cubos de calabaza) que les ofrecieron un maravilloso tiempo de juego autodirigido, ayudando a favorecer su creatividad, la motricidad fina y a fomentar sus desarrollo cognitivo.
El sentido del paladar se agudizó probando la calabaza asada al horno. ¡Riquísima!
El día continuó con una sesión de disfraces en la que pudieron observar sus reflejo en los espejo y jugar con globos.
Una semana llena de magia y fantasía donde la imaginación voló y nos permitió sumirnos en una temática fantasmagórica y llena de creatividad.
¡HAPPY HALLOWEEN!
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