El recién nacido tiene las uñas cortas y blandas, y generalmente no sobresalen del borde del dedo. Sin embargo, crecen con rapidez, por lo cual, deben cortarse al menos una vez por semana.
Es posible que el pequeño se rasguñe con ellas cada vez que pasa las manos por su rostro, así que es conveniente mantenerlas limpias y cortas. Las uñas de los pies pueden cortarse con menos frecuencia y solo hasta que se vean largas.
Es necesario utilizar un cortaúñas para bebé o unas tijeras rectas especiales, de puntas redondeadas.
El mejor momento para cortarlas es después del baño, ya que las uñas están blandas y el infante, más relajado. También puede hacerse cuando el bebé esté comiendo.
Para efectuar el corte, se le puede distraer con algo llamativo (otra persona debe hacerlo mientras usted las corta) o simplemente esperar a que esté dormido.
Paso a paso
Los pediatras Carlos Cortázar y Libardo Gómez Triana hacen las siguientes recomendaciones:
Antes de empezar, lávese muy bien las manos.
- Primer paso: tome con firmeza la mano del pequeño, manténgala abierta y sujete el dedo de la uña que va a cortar. Comience por el meñique.
- Segundo paso: presione la yema del dedo hacia abajo, de modo que sólo agarre la uña del niño. De este modo, corre menos riesgo de lastimar el dedo del menor.
- Tercer paso: siga la línea natural de la uña para el corte y evite hacerlo demasiado cerca de la punta del dedo. Si erróneamente lastima alguno de sus dedos, ejerza presión con una gasa estéril durante uno o dos minutos para detener el sangrado. Evite ponerle una vendita adhesiva (cura) porque facilita la sobreinfección de la herida. Además, al llevarse el pequeño los dedos a la boca, ésta puede soltarse y provocarle atoramiento.
- Cuarto paso: los extremos de la uña pueden redondearse con una lima (nunca utilizar la misma del adulto)
- Fuente: abcdelbebe
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